Esperanza en la oscuridad

Cuando todo parece perdido, solemos caer en una espiral autodestructiva en la cual la lástima y el dolor imperan, nublando nuestra percepción a tal grado que pareciera imposible pensar más allá de ello. Sin embargo, cada tragedia esconde una oportunidad y cada oportunidad nos permite crecer y evolucionar.

Por más dolorosa que sea la situación a la que nos enfrentamos, los humanos contamos con una capacidad de enfrentarla: la esperanza. La esperanza no consiste en creer ciegamente, ni en minimizar la realidad a nuestro alrededor, sino en decidir salir adelante a pesar de todo con la confianza de que vendrán cosas mejores.

De esta manera, la esperanza se vuelve un estilo de vida: una constante búsqueda de oportunidades aderezadas con la convicción de que el sol siempre sale al día siguiente. Vivir con esperanza es levantarte y seguir adelante, buscar el brillo de una estrella aún en los momentos más oscuros de nuestra vida. Buscar el sentido de lo que pasa a nuestro alrededor y tomar el aprendizaje para el crecimiento personal.

En tiempos difíciles la esperanza es nuestra mejor herramienta: mirar con ansía hacia el futuro y aprovechar el presente sin perdernos en un constante vaivén de decepciones y miedo. Con ella podemos transformar el miedo provocado por la incertidumbre en acciones que nos hagan ser mejores personas.

Cuando vives con esperanza, el futuro pasa a segundo plano: el presente es la prioridad y el entorno donde realmente vivimos: el pasado se reduce a aprendizaje y el futuro aún no existe. El presente se consolida como lo único que realmente tenemos y que se aprecia como algo que podría cambiar en cualquier momento. Al vivir en el presente, vivmos realmente.

Se dice fácil, pero implica transformar nuestra manera de pensar en cada segundo: detenernos al momento de pensar negativamente y cambiar el rumbo antes de sucumbir ante la pena. Se requiere mucha convicción para lograrlo, y jamás te arrepentirás de ello.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.