Anam Cara, cuando dos almas son una.

En la tradición celta, la expresión Anam Cara se utilizaba para referirse a un alma amiga; esa persona con la que se puede compartir una conexión que trascienda el cuerpo y las convicciones sociales.

De acuerdo con la leyenda, en el inicio de los tiempos existía una alma única, que reunía todo al universo en un solo ser. Para poblar al mundo, el alma se dividió en dos, que a su vez se dividieron en otras dos y así sucesivamente.

Las almas que resultan de la división, deben cumplir con su camino individualmente, aunque cada minuto de existencia clamarán por su otra mitad. Si las almas conseguían sortear todos los obstáculos de la vida terrenal para evolucionar, podrían volver a encontrar su camino juntas.

En la sucesión de las diferentes vidas, las mitades de una misma alma se encontrarían para aprender una de la otra, sin embargo, si no contaban con la suficiente preparación, se volverían a separar.

Los Anam Cara buscarán siempre el beneficio de su otra mitad, añorando con todo su ser regresar a su estado original a través de un vínculo que jamás desaparecerá.

La leyenda afirma que las Anam Cara solo podrán identificarse entre ellas cuando sus ojos estén preparados y el alma lista para regresar a su origen. Será en ese momento que, al mirarse a los ojos, podrán identificar una llama de energía índigo flotando sobre el hombro izquierdo de la persona, del lado del corazón.

Esta relación es tan profunda, que no existen los juicios, las groserías ni la violencia. Con nuestras Anam Cara podemos compartir sin miedo nuestros más profundos secretos y temores sin que ello debilite su vínculo. Cuando se reencuentran las dos mitades de una misma alma, solo habrá amor pleno, solidaridad y un equipo capaz de transformar al mundo.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.