Aceites esenciales: regalo natural

Desde tiempos ancestrales, el ser humano ha aprovechado miles de hierbas por sus diversas propiedades para crear soluciones: desde cosméticos hasta medicina. Las hojas de diversas plantas y flores, así como sus tallos, semillas o raíces se encontraban presentes en los hogares antes del nacimiento de la medicina moderna, preservados para ser utilizados en el momento que se les necesitara.

Ahora bien, las propiedades benéficas de las plantas se pueden concentrar en aceites esenciales: un compuesto químico natural intensamente aromático y ligero. Sin embargo, crear aceite esencial requiere una gran cantidad de materia prima: para un litro de aceite esencial de rosas, se calcula que se requieren casi 4 toneladas de flores, por lo que son sustancias altamente valuadas por su enorme contenido: ¡imagina lo más puro de una planta como la lavanda sintetizado en unas cuantas gotas!

Dependiendo de la planta que haya servido de origen para el aceite, este puede ser antiséptico, regenerador, relajante o tonificante, hay tantas variedades como las hay de plantas curativas. Son un regalo de la naturaleza que bien utilizado puede transformar tu vida cotidiana.

Los aceites esenciales se pueden aprovechar de tres maneras diferentes: en primer lugar, como aromaterapia: unas cuantas gotas en un difusor activará el aceite de tal manera que su olor inunde el entorno. El aroma activa el sistema límbico y produce efectos que pueden ser desde tranquilidad, inhibición del apetito hasta mejorar la concentración, lo que los vuelve una excelente alternativa para armonizar nuestros hogares.

En segundo lugar, se pueden utilizar en la piel para hidratar y nutrirla. Su efecto es tal, que pueden transformar la apariencia de la piel ya que estimulan la circulación sanguínea. En tercer lugar, se pueden ingerir junto con tés o en píldoras como método de tratamiento de problemas de salud, especialmente para las personas con padecimientos crónicos que buscan formas naturales de controlar su condición.

Algunos de los aceites esenciales más utilizados son eucalipto, sándalo, lavanda, menta y limón, los cuales además de hacer maravillas por el cuerpo humano expiden aromas deliciosos y tranquilizantes.

En lo particular, me encantan los aceites esenciales cítricos por su frescura. Tú, ¿cuáles conoces?

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