La margarita: flor del amor verdadero

Las margaritas son hermosas flores de sencillos y blancos pétalos que han llamado la atención de los humanos desde tiempos inmemorables. Hoy en día, esta flor se utiliza para el famoso juego «¿me quiere, no me quiere?» en el cual se arrancan las hojas una a una para conocer la respuesta a la pregunta de amor.

Este juego, inocente y predilecto por muchos jóvenes, especialmente en entornos rurales, tiene orígenes en oriente, donde esta flor era utilizada para conocer los augurios para los nuevos matrimonios.

La tradición marcaba que la margarita tenía la capacidad de presentir si una pareja enamorada prosperaría o fallaría en su relación, por lo que, durante el cortejo, ambos debían ir al campo en búsqueda de margaritas silvestres al amanecer, cuando el rocío aún adorna sus pétalos.

Al encontrarlas, debían buscar las más bellas y arrancarlas. Acto seguido, debían guardar la margarita en sus ropas y despedirse. Al día siguiente, la pareja debía revisar sus margaritas: si la flor continuaba fresca y hermosa, se interpretaba como una señal divina de que sería un matrimonio dichoso y fértil. Si, en cambio, se encontraba marchita, la relación sería tormentosa e, incluso, habría infidelidad.

De esta manera, la margarita se volvía la inexorable jueza de los amores en su inicio. La creencia contaba con tanto arraigo, que cientos de parejas terminaban su relación al verlas marchitas.

Cuando comenzó el intercambio entre Europa y Oriente, esta tradición fue adoptada en las comunidades con una variante: se arrancaban sus pétalos y cada uno representaba un «sí te quiere» o un «no te quiere», hasta que quedara un último pétalo, el cual sería el veredicto final.

Es así que la tradición de la margarita sigue viva hasta nuestros días, además de ser una flor vigente en las artes como la poesía, la pintura y la literatura por su hermoso simbolismo.

¿Conocías esta leyenda? ¿Dejarías a una flor determinar el destino de tu amor?

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.