Amor eterno: los amantes mariposa

En China, hace miles de años, la mujer era considerada una decoración más: mientras más hermosa y más silenciosa, mejor. De entre todas las mujeres que vivían en un mundo represivo, destacaba Zhu Yingati: bella, delicada pero, sobretodo, inteligente.

Desde joven, Zhu se rebelaba contra la idea de que las mujeres debían estar calladas y no necesitaban conocimiento: ¡ella siempre quería aprender, entender el mundo que la rodeaba! Por eso, creció con un sueño en mente: ir a la escuela como los varones de su aldea.

Su afán de conseguir una buena educación era tal que, al comprender que no le permitirían acceder a una mejor educación por su naturaleza femenina, tomó una decisión contundente: se disfrazó de hombre y disimuló su belleza natural para lograr entrar a la escuela.

Durante meses, Zhu disimuló su identidad de mujer, actuando con precaución máxima para que nadie descubriera su engaño. Ávidamente se alimentaba del conocimiento, valorando cada uno de sus minutos aprendiendo como su más grande tesoro.

En su recorrido por la vida académica, Zhu hizo una sólida amistad con el guapo Liang Shanbo. El joven era inteligente, noble y valiente… sin embargo, desconocía el secreto de Zhu, la creía uno de sus amigos varones.

Liang comenzó a desarrollar una fuerte atracción hacia Zhu. Aterrado, la intentaba disimular con todas sus fuerzas porque era totalmente inaceptable enamorarse de otro hombre. Zhu también se enamoró perdidamente de Liang, pero lo ocultó para no poner en peligro su educación.

Los padres de Zhu tenían muy poca paciencia para los andares de su hija, por lo que no tardaron en prohibirle que se disfrazara de hombre, argumentando que una mujer no necesitaba mayor educación que cocinar y atender a su hombre. Con firmeza, la forzaron a casarse con otro hombre para que este contribuyera a «reformarla».

Ante su ausencia, Liang comenzó a buscar a su gran amigo por la aldea… sin resultado. Hasta que sin querer se cruzó con una bella ceremonia. Cautivado, paseó sus ojos por la bella escena: los novios, las flores, la gala de los asistentes… su mirada no pudo despegarse de la novia, de singular belleza. Sus ojos se cruzaron y el corazón de Liang dio un vuelco: ¡la novia era su amigo Zhu!

Con sus pensamientos a tope, Liang comenzó a darle sentido a todo lo que había pasado, entendiendo al instante el engaño de Zhu. No obstante, su realización llegó tarde: Zhu estaba casada. Con el corazón roto, Liang regresó a su hogar donde, al poco tiempo, murió consumido por la tristeza.

A los pocos días, Zhu, a quien la pérdida de Liang y su nuevo matrimonio hacia miserable, acudió a la tumba de su enamorado. Llorando, con el corazón roto y su alma exhausta, deseó con todas sus fuerzas que la tumba se abriera para dejarla entrar… y que descansara por siempre en brazos de su amado.

Los dioses la escucharon y respondieron con un gran estruendo. La tumba se abrió y Zhu se lanzó a ella para abrazar el cuerpo de Liang. Conmovidos, los dioses transformaron sus espíritus en las primeras mariposas: libres y hermosos… para nunca ser separados de nuevo.

Esta es una adaptación que hice de una leyenda china llamada los Amantes de la Mariposa ¿no es hermosa?

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