Los cactus se han convertido en símbolos innegables de resistencia y durabilidad, adornado los hogares con su fuerza y pidiendo a cambio menos cuidados que otras plantas más delicadas.
El cactus es equiparado muchas veces con las amistades y amores verdaderos: ofrece sin esperar nada a cambio, resiste a los cambios de temperatura y se sostiene con igual fuerza y gracia en la más cruda tempestad invernal que en la suave primavera. Cada tanto tiempo, florece para recordarnos su capacidad para la belleza, ya que esta cualidad es mejor cuando va acompañada por fortaleza y entereza.
Estas plantas se presentan en diferentes tonalidades, tamaños y formas, transmitiendo belleza, diversidad y resiliencia en cada una de sus especies. Hay un cactus en particular famoso en esta época del año: el Cactus de Navidad, también conocido como Plumas de Santa Teresa.
Cada año, cuando se acerca el invierno, el verde que caracteriza esta especie brasileña se acompaña por los esplendorosos tonos rojos, morados y naranjas de sus bellas y sencillas flores, floreciendo en gracia y belleza durante los meses invernales, coincidiendo su floración con las festividades navideñas.
En el caso de esta hermosa y decorativa cactácea, sus colores más característicos son los rojos, que combina perfecto con el espíritu navideño, las nochebuenas y todas las decoraciones tradicionales, posicionándose como un excelente recordatorio que, eventualmente, todos daremos flor y mostraremos hermosas tonalidades a aquellos que nos han acompañado en el camino.
En esta temporada de celebraciones, ¡seamos como el Cactus de Navidad! Florezcamos en nuestros diferentes tonos para mostrar lo mejor de nosotros mismos a aquellas personas que se han mantenido firmes a nuestro lado en las buenas y en las malas. ¿De qué color crees que sean tus flores?
