En esta maravillosa y sencilla historia el autor Juan Carlos Roca cuenta la historia de Altaír, una impresionante águila real que fue criada en un gallinero tras perder trágicamente a sus padres. En una historia de autodescubrimiento y superación, Roca nos relata cómo Altaír se sentía totalmente desubicada, torpe y perdida entre sus hermanos, sin comprender sus diferencias con los demás.
Altaír, sin saberlo, era una invasora de otra especie en el nido, pero se pasaba sus días intentando actuar como los demás pollos, negando todas sus diferencias para encajar. Por las noches, soñaba con ser una grandiosa águila real que surcaba a toda velocidad por los cielos, pero en el día se preocupaba constantemente por ser exactamente como sus hermanos.
Su madre gallina, Galatea, le aseguraba que el hecho de que su cuerpo fuera diferente a los demás, lo importante se encontraba en su corazón. A pesar de ello, Altaír crecía consternada por sus diferencias, intentando dejar de sobresalir. Pasaba el tiempo convenciéndose de que no necesitaría volar y que no tendría caso ser el águila que soñaba ser, ya que se había criado con sus hermanos pollos y no tenía por qué aspirar a algo distinto.
Eventualmente, Altaír se convenció a sí misma que podría volar, porque lo sabía en su interior y no podía engañarse al respecto. Sus hermanos lo impidieron, prohibiéndole actuar de manera distinta a ellos y amenazaron con expulsarla del corral si volvía a intentar abrir sus alas. Ella intentó ajustarse a ello, sin embargo, eventualmente se dio cuenta que si su entorno buscaba limitarla, no era su verdadero hogar: su corazón pertenecía en un lugar donde la aceptaran como era y la impulsaran a desarrollar su potencial.
El viaje de Altaír para autodescubrirse fue pesado, doloroso y lleno de momentos terroríficos en los que deseaba regresar a su zona de confort. Tuvo que superar todos sus miedos para sentirse como la verdadera águila real que era. Lo más sencillo era continuar como si fuera un pollo más esperando a convertirse en gallina, pero su espíritu de poderosa águila se rebelaba a continuar con esa realidad… ya que la libertad es la mayor bendición, pero también la mayor responsabilidad.
¿Cuántos de nosotros no hemos sufrido por sentirnos diferentes? ¿Cuántos no hemos intentando mimetizarnos con nuestro entorno para aparentar ser una persona como las demás? Te invito a leer la maravillosa y sencilla historia del «Águila que soñaba con ser Águila» – es bastante corta y una lectura ligera – con un espíritu de reflexión y autocrítica: ¡pierde el miedo a ser diferente, extiende tus alas y vuela alto!

Una maravillosa historia, en lo particular me recuerda a un grandioso jefe que tuve y el fue quien me la contó, después se convirtió en un muy especial amigo.
Que difícil es convencerse de poder volar, y sobre todo no desistir en el intento…
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Seguro tu jefe es una gran persona, ayudando a otros a encontrarse a sí mismos 🙂
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