Actitudes que transforman

Cuando las cosas no salen como queremos, parece que todo sale mal y lo negativo comienza a acumularse. Es fácil dejarnos llevar por la negatividad y pensar que las situación no va a mejorar. Nos enfocamos tanto en lo que está saliendo mal, que dejamos de percibir objetivamente lo que nos rodea.

Al quedar inmersos en el pensamiento negativo, corremos el riesgo de transformar todo lo que pasa en algo malo, incluso sucesos que normalmente nos causarían gracia o indiferencia se vuelven algo que contribuye a nuestro malestar, acumulando disgustos que nos impiden recuperar la calma.

El cerebro humano es muy poderoso; por lo que cuando procesa que las cosas están mal, lo transmite a cada uno de nuestros pensamientos, lo que nos complica salir del agujero negativo. Como resultado, todo evento a nuestro alrededor se vuelve un elemento más en nuestra contra.

La vida se encuentra llena de elementos inesperados, si dejamos que nuestra mente los interprete como algo negativo, se vuelven un problema más grande con mayores elementos. La mejor manera de superar esto, es recuperando nuestra actitud positiva. Una mentalidad positiva impide que nos hundamos y empeoremos la situación, además de que nos permite recuperar la objetividad para resolver las situaciones que se nos presentan.

No es nada sencillo ver más allá de los problemas para transformar los lentes con los que vemos el mundo en algo positivo, pero ¡haz la prueba! Verás que, poco a poco, lo que alguna vez te hacía perder la cabeza, se vuelve una nimiedad conforme implementes el pensamiento positivo… cuidando de mantener tus pies sobre la tierra.

¡Toma el control! ¡No cedas ante la negatividad! Tu actitud puede transformar tu día, y el de los que te rodean. ¡Inténtalo!

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