Recomendación: El Cáliz y la Espada

En un contexto donde hablar del feminismo puede volverse totalmente polémico y controversial, muchos de nosotros observamos con anhelo hacia el futuro, esperando un mundo mejor donde hombres y mujeres vivan en equilibrio y armonía; un mundo donde hablar de machismo sea solo necesario en lecciones de historia y no en manifestaciones pidiendo derechos humanos básicos como que las niñas no tengan que casarse con adultos.

De manera magistral, Riane Eisler facilita una alternativa a este sueño de equidad en su libro El Cáliz y la Espada, argumentando a través de la historia y el análisis de las culturas y sociedades antiguas que no es necesario inventar el futuro, sino recordar a la humanidad de antaño. La prehistoria está llena de guerreras, madres, artistas, curanderas, diosas, musas y lideresas que trabajaban hombro a hombro con los hombres para construir un mundo de tranquilidad y abundancia basado en la equidad, el respeto y la diversidad.

Eisler toma dos símbolos presentes en diferentes culturas para representar a los sexos: el cáliz y la espada. El primero representa la fertilidad, la sensibilidad, la creatividad, la curación, la feminidad en la forma del vientre materno. El segundo representa el ataque, el uso de la fuerza y la virilidad. Es importante resaltar que este simbolismo no implica que un hombre no pueda ser creativo, o que una mujer fuerte, sino que es a través del equilibrio entre ambas características que se logra una sociedad de prosperidad.

La historia se transformó cuando se idealizó la espada sobre el cáliz, favoreciendo a la fuerza sobre la creatividad, la destrucción sobre la habilidad de sanar. Poco a poco, la humanidad fue dejando de lado aspectos esenciales para el equilibrio, lo que dio origen a las problemáticas y carencias que ahora vivimos en muchas partes del mundo.

En un vasto recorrido por la historia, de la manera más amena posible para tantos datos e información, la autora plantea una visión diferente con un llamado implícito a lo largo de las páginas de su libro: dejemos de repetir lo negativo de la historia y recuperemos lo bueno, ya es momento de aprender las lecciones que como humanidad hemos vivido durante milenios.

Una sociedad de equidad ¡es posible! La mayor prueba es que ya la experimentamos alguna vez. Al leer este maravilloso libro, no podía dejar de pensar: si logramos avanzar tanto en equidad, con prácticamente nula tecnología y avance de las ciencias… ¿qué no podríamos conseguir ahora si recuperamos lo que alguna vez fue nuestra esencia misma: el equilibrio y el amor por la diversidad?

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