La muerte es un concepto que usualmente nos causa temor, ya que la asumimos como un fin , usualmente abrupto… un punto final de un libro incompleto cuyo desenlace nunca pudimos decidir.
A pesar del miedo, nuestra cultura mexicana nos presenta la herramienta perfecta para ver y respetar la muerte de una nueva perspectiva tan ancestral como la humanidad: la muerte no es el fin. Esta tradición tan misteriosa como hermosa es el Día de Muertos.
El Día de Muertos nos recuerda que cada que pensamos en la muerte, celebramos la vida: no nos acordamos de aquellos que quisimos por su muerte, sino por su vida. Es la vida de nuestros seres amados la que se plasma en cada altar, celebrando sus gustos y logros. La ofrenda que se presenta simboliza la esperanza; el deseo profundo de sentir cercanos a aquellos que se nos adelantaron, todo ello con una poderosísima implicación detrás: la muerte no es el final de la existencia, sino un paso más
En este día nos preparamos para recibir la visita de almas que ya partieron, indicando que se encuentran en algún lugar que durante un día les permite visitarnos para hacernos sentir su presencia, su amor y compañía. Durante el Día de Muertos aceptamos inconscientemente que la muerte no tiene que ser tan temible sino un paso obligatorio antes de continuar con nuestra existencia.
La comprensión de la muerte depende de las creencias de cada uno de nosotros; las almas de los fallecidos van al cielo, al Mictlán, al inframundo, se preparan para reencarnar, o simplemente descansan… pero siempre permanecen en nuestros corazones y nuestros recuerdos.
Hoy, más que nunca, dedica unos segundos de tu día a reflexionar sobre los que ya no están a tu lado con la firme creencia de que los volverás a encontrar, en otro tiempo y otro lugar, pero con los mismos sentimientos que en algún momento compartieron.
Dedicar este día a tus seres queridos fallecidos es esencial, no obstante, es también una excelente oportunidad de valorar tu vida: ¿la estás viviendo como quieres? ¿si murieras de improvisto, dejarías asuntos pendientes? ¿cómo te recordarán? Si la respuesta a cualquiera de las preguntas no te satisface, ¡haz cambios hoy mismo!
Recuerda siempre esta frase, dicha por Leonardo Da Vinci: “Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada produce una dulce muerte.” ¡Usa tu vida!, no te dediques simplemente a sobrevivir.
